Cuando transitamos por Ollantaytambo es imposible no ver la colina del Pinkuylluna que contiene algo fuera de lugar, que son los impresionantes depósitos incas y la ubicación de estos recintos nos resulta extravagante por lo incomodo o subreal que se pueda ver, pero según el cronista Bernabé Cobo y en muchas de sus investigaciones demostró a todos, que los Incas utilizaban lugares altos porque así podían preservar o conservar ventiladamente sus alimentos. Por lo tanto, estos dos depósitos de forma rectangular demuestran que dada la posición en la que se encuentran ubicados. Estos permitían una mayor ventilación cuanto mayor era el volumen contenido en ellos, por lo que el nivel de conservación de los productos era muy alto. (Jean Pierre Protzen, 1989). Algunos de forma cerrada, otros cuyas partes delanteras son más bajas que las posteriores, con techos de pendiente muy pronunciada y con grandes aberturas a manera de ventanas en las partes delanteras y posteriores.
Si usted desea conocer este impresionante atrevimiento arquitectónico de los ancestros peruanos en Ollantaytambo, la ruta comienza en Qosqo Ayllu donde usted se verá envuelto en una caminata de tres kilómetros de puras vistas inolvidables y llegando a los depósitos usted tendrá una vista inigualable de los restos arqueológicos de Ollantaytambo y casi todo el Valle Sagrado de los Incas.